Por MARTHA RIOS | Corresponsal Eje Cafetero
Cuando queremos lo que hacemos, que es diferente a hacer lo que queremos, es también una bendición, por que está llena de ganas de seguir, mostrar mejores resultados, donde la labor a la que uno se dedique es el motor de impulso y no genera sacrificios, al contrario, es esa satisfacción personal que nos llega a estremecer y que se trasmite a través de lo que hacemos, siempre en busca de mejorar, lo traduzco en actitud, esa es la clave.
He tenido algunas veces la oportunidad como visual de algunas marcas en la industria de la moda nacional y de otros países, he aprendido que en el modelaje la profesión sí es en serio. Los modelos se presentan a los casting con su book model y composite o portafolio o su carta de presentación, además con un léxico que manejan como otra manera de comunicarse con los diseñadores, fotógrafos y demás. Son profesionales que se dedican y se esmeran por sobresalir, es admirable y dice mucho de ellos, pero también está la otra cara. ¿Cómo es posible que se presenten a un casting modelos con fotografías bajadas de un celular sin los requerimientos, fotos que ellos mismos denominan normales, que por que el celular es de gama alta o porque la mamá y la familia les dicen que es muy bonito, etc.?
Suena duro pero hay que ser honestos y no es un juego, hay modelos que no sólo invierten en su portafolio, también en gimnasios, alimentación, estudian, saben de la industria de la moda, etc. Así que una cara bonita no basta, que no trasmite lo que todo un engranaje de personas espera como es un equipo de producción para revistas, catálogos, pasarelas y demás. Allí recalco que es la actitud, lo he vivido en carne propia y no es ni justo ni profesional y es una falta de respeto con todos los que allí asisten.
Es una condición indispensable presentarse como debe ser, lo contrario es demostrar que la profesión le importa un comino, entonces el rechazo es total. Hay que prepararse, no es solo posar, es respetar el entorno y demostrar que sí es apto, allí también radica el éxito de modelos.
Y continuo con mi apreciación, también están los divos y divas que, literalmente, hacen referencia a deidades, a emperadores romanos, a la persona engreída o creída de sí misma, deidad pagana y otros significados. Otra condición que no se debe permitir, pues esa falta de educación, esa bajeza cierra muchas puertas.
Y me pregunto ¿Qué se creen? ¿Será que no sudan? ¿No van al baño? ¿Su vida es tan perfecta? ¿Están por encima de los demás?. Pues si es así entonces no pertenecen al planeta, he visto como llegan los divos y divas a pisotear a los demás modelos, a querer imponer su voluntad a los del casting, dueños de marca, fotógrafos, maquilladores, auxiliares y a todo un equipo, ¡Qué craso error!, pero también los he visto rechazados y salir por la puerta de atrás.
A nadie le gusta que lo maltraten y si esa es su carta de presentación pues déjeme decirle que va directo al fracaso, éstas falsas deidades, no sólo son en algunos casos los modelos, hablo también del resto de personas que tienen que tatuarse en la mente que ellos son tan humanos como los demás y que esas ínfulas sólo le restan a su imagen, no les suma.
Aclaro que a estos divos y divas tengo que agradecerles el compartir sus experiencias, por que han hecho, no sólo en mí, sino a quienes tenemos el gusto de ejercer la labor que de ustedes se aprende, que esa es la actitud que, puntualmente, NO se debe llevar, déjenla en su casa por si no es capaz de deshacerse de ella, eso sí recordándole que “dime de qué presumes y te diré de qué careces”.
Con la total seguridad de que muchos de ustedes están de acuerdo conmigo que es la buena actitud lo que prevalece y es la ganadora, sólo me resta decirles hasta la próxima.